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- ¿Vos tocás en algún grupo?
Esta pregunta me la hicieron muchas chicas con las que bailaba por primera vez. Sus caras de asombro no eran para menos: mis gestos, movimientos, digitación y distintas acrobacias al “tocar” hacían creer a cualquiera que rompí más guitarras que Hendrix y Townshend juntos. Lamentablemente no. Me considero el mejor guitarrista frustrado del mundo.
Haber visto guitarristas de grandes grupos por tanto tiempo, hicieron que los imite casi a la perfección y me convierta en músico por unos gloriosos instantes.
Mi repertorio incluye: brazo derecho “molino de viento” como Pete Townshend; la guitarra a la altura de las rodillas, como Jimmy Page; las dos manos sobre el diapasón, como Eddie Van Halen; encorvado y hombros encogidos como Keith Richards; sacudir la cabeza como Agnus Young y muchos más.
Me acuerdo una noche en un pub cuando dejé la pista y me subí a una tarima a hacer “mi rutina”. El DJ estaba muy sorprendido, tanto que empezó a poner temas con mucha guitarra, hasta que los parlantes se sacudieron con ese riff… “Smoke on the Water”, el primer tema realmente pesado que conocí, fue un grito primal y hormonal. Recordé aquellos días de adolescencia cuando me enseñaron a tocar el riff en una guitarra criolla.
Existe un campeonato mundial de Air Guitar, algo así como un “guitarraoke”. Me gustaría participar y hacer: “Black Dog”, “Gimme Shelter”, “Won’t Get Fooled Again”, “Burn”, “Back in Black”, “Beat it”, “My Sharona”, “Sultans of Swing”…, al menos no voy a romper ninguna cuerda.
Recuerdo a Jimi Hendrix en Woodstock, ese día creí entender de dónde viene la palabra “viola”, el tipo literalmente violaba a su guitarra. Otra cosa que entendí es que por algo la guitarra tiene forma de mujer: porque se me niega tanto como las que se saben hermosas.
Nunca pude tomar clases seriamente, por alguna razón debo suspender el plan, además soy tan ansioso que en la primera clase voy a querer tocar como Steve Howe. Los amigos guitarristas que tengo siempre me preguntan, “¿y, ya te compraste la viola?” y les respondo, “el año que viene seguro”…
Recientemente una revista inglesa de guitarristas hizo una encuesta y eligió a “Stairway to Heaven” como el mejor tema de rock con guitarra de la historia y justamente yo conocía el parque de descanso donde algún día iré a parar, mejor dicho, a reposar. Es muy amplio, tiene césped, muchos árboles alrededor y una vista a la montaña que al atardecer es indescriptible, sobre todo cuando el cielo está rosado y violáceo.
Mi primer pensamiento fue: “da gusto morir para venir a un lugar así”.

Pero yo siempre voy a querer estar más cerca de la guitarra que del arpa.