Rockuerdos

Crónicas de un fan del rock

viernes, marzo 31, 2006

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Al Flaco Spinetta lo conocí cuando un compañero de la secundaria me prestó “El Jardín de los Presentes” de Invisible. Me llamó mucho la atención la tapa, las letras que estaban en el sobre interno color naranja y por supuesto la música.
Debe ser el disco que más escuché en mi vida. No lo quería devolver.
“El Anillo del Capitán Beto”, “Perdonado” y “Los Libros de la Buena Memoria” fueron mi gran puerta de entrada al universo Spinetta, después me enteré de Pescado Rabioso y Almendra.
La primera vez que lo ví en vivo fue cuando se reunió Almendra y en el año 1980 vinieron a Andes Talleres. Edelmiro Molinari ya estaba gordito, pero él, seguía siendo El Flaco, igual que ahora y siempre.
Hacía poco tiempo que con mi familia nos habíamos mudado de casa y hurgando en unas cajas encontré un tesoro: una colección de revistas Claudia que tenía mi vieja. Estas revistas se ocupaban de la moda, había reportajes y notas de cultura general, eran de fines de los sesentas y esa década acá también fue prodigiosa. Había una nota a Almendra con fotos impresionantes y en colores, estaban re hippies, con los pelos bien largos, pulseras, collares y camisas floreadas. El Flaco tenía una guitarra roja y blanca con forma de gota.
Recorté todas las fotos para llevarlas al recital. Lo que más recuerdo de aquel show es la versión de “Muchacha”, con los cuatro frente a un micrófono, haciéndola con una guitarra acústica.
Con mi compañero de aventuras de aquellos años, estábamos preparados ni bien terminaran el último bis para ir a buscarlos. Había muchísimo público, así que todo se nos complicaba. Estaban en un micro afuera del estadio, sobre la oscura calle Minuzzi, allá fuimos, muy confiados hasta que vimos un guardia en la puerta del micro, que no era la famosa nave de fibra hecha en Haedo, pero seguramente se le parecía. El cana, por supuesto no nos dejó entrar. Nosotros le pedimos por favor que llamara a alguien del grupo, pero no hubo caso. De pronto apareció Emilio del Guercio y nos preguntó qué necesitábamos, entonces saqué las fotos de un bolsillo y le dije que sólo queríamos sus autógrafos.
Nunca me voy a olvidar de la cara del loco cuando vio esas fotos, se empezó a reír mientras los llamaba a los otros: “che, vengan a ver esto”. Bajaron todos y Edelmiro me dijo: “¿de dónde las sacaste?” mientras se cagaba de risa, El Flaco dijo: “ni me acuerdo de esta nota, ¡mirá la ropa y esa guitarra!”. A pesar del cansancio que tenían, se distendieron y se pusieron de muy buen humor. Nos firmaron todo lo que quisimos, pero antes El Flaco me pidió que le regale esa foto, por suerte se dio cuenta que era más importante para mí que para él.
Junté muchos autógrafos en aquellas épocas. Con el tiempo los fui regalando, al igual que algunos discos. Ahora me arrepiento...
Por suerte el tiempo también tiene cosas maravillosas, hace perdurar las obras maestras y además nos deja recuerdos…
Hace poco compré una reedición del Doble de Almendra, en dos CD, con el arte de tapa original y me acordé de aquel momento en que los junté alrededor mío gracias a aquellas fotos.¡Guau! estuve hablando con el líder de la banda fundadora de aquella música irrepetible. Aquel rock que tenía Ruido de Magia.


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8 Comentarios:

A la/s 14:59, Anonymous Anónimo dijo...

Querido amigo:
Me sorprendió gratamente tu blog. Me encanta el estilo de contar un hecho desde la mirada más personal. Tu redacción es muy destacada y las imágenes quedan expresadas de tal modo que pareciera que uno está allí con vos compartiendo el momento. Buenísimo. Y para alguien como yo, que te conoce, sólo falta esa risa tan particular que te representa. ¿Podrías incluir un audio con tu risa? Sería genial. Aplausos y otra, otra, otra...

 
A la/s 20:37, Blogger hugo_gonza dijo...

corralin, que lindas palabras las tuyas, me alegro mucho que te haya gustado el blog y en cuanto a la risa, sera para cuando nos juntemos alguna noche por ahi. aplausos y medallas para vos.

p.d.: que bueno seria llevar esto al cine no?

 
A la/s 15:48, Anonymous Anónimo dijo...

Pero mirá vos che. quién iba a decir que este pibe de aspecto algo tímido y sonriso alegre y contagiosa, se zarparía con algo tan lindo como esto.
La verdad que me gustó mucho lo que estás haciendo. A pesar que tus anéctodas son algo anteriores -hasta ahora- que mis inicios en los recitales, me recuerdan aquellas épocas en las que yo también comenzaba a formar parte de ese universo musical.
Preguntas: la ilustación del 1 y la del 4...¿son tuyas?. ¡están buenísimas!. Felicitaciones y adelante...alumnos como tu, son el orgullo de padres y maestros!.

Orson presente!!!

 
A la/s 12:26, Blogger hugo_gonza dijo...

ciudadano andres, gracias por tus palabrotas. efectivamente, las ilustraciones son mias y el secreto esta en la pasion que pones al hacer algo que te gusta mucho.
Nos vemos en la proxima reunion, no faltes.

 
A la/s 12:38, Anonymous Anónimo dijo...

La guitarra que comentás debe ser la famosa Repiso Huevo. Yo supe tener un libro donde, en una entrevista al Flaco hablaba de una época de mucho bajón y recordaba que una noche entraron a su pieza Pappo y Furia (no sé quién es Furia, espero que no sea un papelón no saberlo) le pintaron "NO", "NADA", "NUNCA", "NADIE" por todas las paredes, la heladera, etc., y Spinetta, que estaba hiper-sensible, dice que lloró y sufrió como un loco. Al poco tiempo decidió, como testimonio, regalarle a uno de ellos (creo que a Pappo) la Repiso, que en palabras del Flaco era como arrancarse un brazo, pero quería significarle que había otra cosa aparte de las guitarras con la distorsión al mango... El otro la vendió inmediatamente y se compró un Fiat Seiscientos.
Estaría bueno tener esa viola ahora, digo, no por el valor sentimental... seguro que al Flaco le sacás por lo menos 5.000 dólares a cambio(unos 5 Fiat 600, aproximadamente)

 
A la/s 08:22, Anonymous Anónimo dijo...

De nuevo yo... se me ocurrío hacer un Google de "Repiso Huevo" para ver si encontraba una foto de la famosa viola... y encontré nada menos que el reportaje de Miguel Grinberg al Flaco que salía en el libro que perdí hace tanto tiempo! Ahora veo que que mis recuerdos estaban completamente mezclados (por ejemplo, la guitarra que le regaló Luis a Pappo era una ignota ¡¿¡¿¡¿Gibson Dow?!?!?!?). Bueno, pero lo importante para ustedes es que pueden ver el link al artículo original de Miguel Grinberg

 
A la/s 11:01, Blogger hugo_gonza dijo...

a este comentario lo voy a tilular: La guitarra repiso en la repisa, no en el ropero.
esa debe ser la viola mas famosa de nuestro rock. ya no debe existir.
La guitarra es "el" instrumento del rock y mi humilde homenaje lo subo en dos semanas por este mismo canal.

 
A la/s 08:10, Anonymous Anónimo dijo...

No soy Spineta, al que admiro desde el primer long play de Almendra, pero les mando algo sobre las guitarras Repiso. Mi nombre es Ulises Lasa, músico nacido en Adolfo Gonzales Chaves, ciudad de la Pcia de Bs.As ubicada en el KM.450 DE LA RUTA NAC- N° 3.En el año 1969 por recomendación de un guitarrista actualmente radicado en España, concurrimos con los integrantes de la orquesta al taller de Don Sergio Repiso, en Rondeau 2090 de Capital. Allí conocimos a una persona especial, siempre en armonía con sus maderas. Le encargamos 2 violas eléctricas - una modelo Stratocaster y otra modelo Jaguar, también un bajo eléctrico corto. Como era sabido, el luthier tardaba bastante tiempo en entregarlas, así que viajábamos de vez en cuando y visitábamos el taller para ver como iban nuestras guitarras. Le llevábamos pollos, perdices y acompañábamos con un ukelele y una viola las melodías que Don sergio tocaba en una guitarra hawahiana, las que se tocan acostadas haciendo deslizar un fierrito para marcar las notas, él se entusiamaba y pasábamos un buen rato haciendo música, después charlábamos de todo un poco. En ese tiempo le hizo violas a Serrat y sus músicos que lo visitaron en su taller, a Sandro, Lito Nebia, Palito Ortega entre otros famosos. Era una persona querible que añorraba su terruño, él era de Mallorca y nos contaba cosas de allí, sobre todo adoraba el mar. Después me hizo una guitarra criolla que terminó en el año 1973. Todos los intrumentos nombrados, están en mi poder ya que a medida que los músicos se fueron retirando de la orquesta, se los fuí comprando. Habiendo descubierto el sitio donde hablan de la obra de Don Repiso, me emociona mucho porque han pasado casi 40 años y como dijo el Negro Olmedo ¡éramos tan jovenes¡ y recuerdo esa etapa hermosa de mi vida. Aún despunto el vicio de la música, soy autor y compositor premiado por Sadaic, y mis Repiso suenan de maravilla. ¡Gracias Don Sergio¡ por haber construido esas obras de arte y si por ahí leé estas líneas, le dejo un abrazo caluroso de quien tanto lo admira.-

Epílogo; Un día llegué al taller de la calle Rondeau, para que el maestro revisara una de mis guitarras y estaba cerrado. älguien me dijo que Don Sergió había regresado a Mallorca, su lugar en el mundo. Me alegró por él pero tuve un poco de tristeza, porque el gran luthier ya no estaría más en Argentina. Igual quedan sus maravillosas guitarras, que sus dueños valoramos como un tesoro.- ¡Salute¡
Alberto Ulises Lasa L.E. n° 5.386.927

 

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