Rockuerdos

Crónicas de un fan del rock

sábado, marzo 11, 2006

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Cierto día un amigo me dice: “pasá esta noche por el café y nos tomamos algo”. Cuando llego al café Lepanto, en calle Rivadavia, mi amigo estaba sentado con el Marciano Cantero. Se armó una charla muy copada y hablamos de música hasta altas horas de la noche. En un momento el Marciano dijo unas palabras mágicas: “el mejor sexo que tuve fue con Xanadu como música de fondo”.

El primer disco de Rush que conocí fue “A Farewell to Kings”, apareció un día en mi habitación y nunca supe quién era el dueño, pero se quedó allí por años. Lo que más me llamó la atención fue la voz, parecida a la de una bruja enojada y “Xanadu”, el gran tema de este disco.
En los primeros días del año ’78 todos nos preparábamos para el mundial de fútbol, los espectáculos deportivos importantes comenzaron a pasarlos en el cine para ajustar la transmisión en colores para el resto del mundo. Una noche programaron videos de rock en pantalla gigante y para mí fue una cita impostergable. Me acuerdo que pasaron Black Sabbath, Peter Gabriel, Genesis, temas del “Tormato” de Yes y en un momento anuncian: Ahora en Gran TV Color… Rush, casi me muero, me quise hundir en la butaca y quedé extasiado mientras comenzaba a sonar “Xanadu”, fue increíble ver al trío con sus “dobles instrumentos”: Geddy con un bajo-guitarra de doble mango, Alex con su doble guitarra de seis y doce cuerdas y Neil con su impactante batería negra con doble bombo. Un amigo se llevó un pequeño grabador y grabó toda la velada.
Al poco tiempo, en la secundaria me prestaron tres discos juntos: “2112”, “Hemispheres” y “Permanent Waves”, a partir de ahí me convertí en fan incondicional, pero aún faltaba lo mejor: “Moving Pictures”, el mejor disco de la banda y que eligieron entre los diez mejores discos canadienses del siglo.
Me pasaron varias cosas gracias a esta banda: Por primera vez me gustaron las letras; fue la única vez que envié una carta a un Fan Club Oficial y lo más importante, fue la primera vez que me dieron ganas de armar un grupo. Esto último pude hacerlo con dos amigos, que en los primeros ensayos precalentaban con algún riff o melodía de Rush mientras yo en un rincón escribía las letras que luego pasaba en limpio en una vieja Olivetti.

Aquella noche del ’83 en el café me enteré del fanatismo del Marciano por Rush, se notaba en la música que hacían al comienzo, luego Los Enanos editaron su disco debut y cambiaron completamente. La década se venía con música con ritmos más previsibles y temas cortos. Era el principio del fin, de a poco me fui alejando de Rush, quienes también “limpiaron” su música y siguieron editando discos hasta el día de hoy, pero ya no era lo mismo para mí.
En los ochentas los grandes grupos de la década anterior comenzaron a decaer, tristemente yo empezaba a despedirme de esos años gloriosos, a decirles adiós a los reyes.

1 Comentarios:

A la/s 10:32, Blogger Lucía dijo...

y yo como una boba estudiando Derecho para conseguir una utopía más rockera que el rock. Que hubiera justicia para todos los pueblos.

Me perdí una buena parte de la película. Cierto.

Lu Folino.

 

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